Tuesday 20 September 2016

Aliston Browlee no es un héroe

Este no es un post en contra de los hermanos Browlee, para nada, los respeto muchísimo y son junto con Noya los primeros tipos que demostraron que se pueden hacer triatlones haciendo los tres segmentos a un primer nivel por igual. De hecho, ellos tres lo han convertido en una necesidad para poder ganar en los triatlones olímpicos. Así que como decía un amigo mío: respect!

Pero me revientan los comentarios que veo al respecto en las redes sociales cuando lo acontecido no es más que una gran irresponsabilidad, aunque sea de un gran campeón y seguro que de forma inconsciente.  Un golpe de calor, una deshidratación severa, pueden causar la muerte de una persona


Los medios, y sobre todo los deportivos, aparte de informar deberían de concienciar a los miles de personas que afrontan un ironman, un ultra, un maratón, etc…, que estas acciones deben evitarse a cualquier precio. Deberían, de hecho, utilizarlos como ejemplos palpables para explicar lo que no se debe de hacer.

Mejor nos iría todos que explicasen cómo actuar correctamente cuando el tipo de cuarenta y pico de años que está a tu lado revienta en el kilómetro 41 de un maratón. Ya me veo a alguien llevándolo a empujones y gritándole en plan Oficial y Caballero en lugar de atenderlo como Dios manda.

Aliston ha hecho bien en pararse, por supuesto, pero no en llevárselo a rastras. Tumbarlo, darle toda el agua del mundo que había en ese avituallamiento, écharsela por todo el cuerpo, pedir un médico a gritos… eran opciones válidas. Supongo que si a Jonathan le hubiese dado un infarto durante esos pocos metros finales Aliston se preguntaría toda su vida porque nadie nunca le explicó lo que no debía hacer.

Puede que algunos se están frotando las manos pensando en el aumento de fichas o inscripciones que supone vender héroes y machadas en lugar de tirarse de los pelos porque se hubiese podido morir un triatleta en directo.

O a lo mejor soy yo el único idiota que piensa que retirarse es una opción mejor que palmarla y no poder calzarte las zapatillas el lunes siguiente al anochecer.



Drámatico final en la final de las Series Mundiales. Cozumel, 2016.